Primer entrenamiento serio

Hoy he realizado el primer entrenamiento serio para los 100 km. Y estoy contento, no contento del todo, pero sí lo suficiente. Han sido 30 km, de los cuales 20 han sido corriendo y 10 andando, de la siguiente manera: 10 km corriendo, 5 km andando, 10 km corriendo y 5 km andando. Ha sido un día muy caluroso y en los kilómetros andando he sufrido un poco, ya que me han salido dos bonitas ampollas. Una en el pie izquierdo, otra en el derecho. Quizás han sido provocadas por no darme vaselina en las plantas de los pies, como aconseja todo el mundo. Bueno, espero que los problemas salgan ahora y no que sea el día de la prueba cuando los descubra.

Al hacer tanto calor, tenía que beber cada final de vuelta y en las dos últimas vueltas, hacía un par de paradas en sendas fuentes. Al final, 3h31′, casi como una maratón.

1ª vuelta (5 km corriendo): 28:59
2ª vuelta (5 km corriendo): 29:15
3ª vuelta (5 km andando): 46:32
4ª vuelta (5 km corriendo): 29:11
5ª vuelta (5 km corriendo): 28:30
6ª vuelta (5 km andando): 49:26

Total (30 km): 3:31:55

Tres vueltas para ir abriendo boca

Hoy he hecho tres vueltas, bueno casi, porque la primera no la he hecho completa. El total, entonces, ha sido de 14,5 km. Con la idea de no llegar muy tarde a casa, he salido media hora antes (18:30) para hacer una vuelta yo solo, pero en vista de que se me echaba encima las siete de la tarde, no he dado esa primera vuelta completa. Ya en la segunda vuelta he salido con Andrés, Emilio y Quique. Quique no ha durado mucho con nosotros y Emilio, tampoco, por lo que me he quedado solo con Andreś y luego en solitario, porque Andrés sólo ha dado media segunda vuelta. Ya se sabe, la soledad del corredor de fondo. En total he estado 1h22′ corriendo.

Hoy Emilio me ha sorprendido, porque me ha dicho que iba a hacer los 100 km conmigo, pero parece que era sólo una broma, aunque creo que se lo está pensando. Espero que se anime, será mejor compañero que Ángel.

Se nota el finde

Hoy estaba cansado, tenía las piernas todavía no recuperadas de los esfuerzos del fin de semana. Menos mal que mis compañeros de entrenamiento no estaban tampoco por la labor de correr mucho y es que después de la maratón tampoco es cuestión de matarse. Me he encontrado bastante bien durante el entreno aunque en el km 11 he empezado a notar que me molestaba un poco el tendón de aquiles izquierdo. He llegado al 12 y a casita que ya está bien. He estado 1h08 corriendo, bueno, trotando.

Ruta 6: Arroyo del Enebral

Para terminar, he hecho la ruta 6, que también es una ruta circular. Me he levantado pronto y he salido a las 7:20 del albergue, en dirección Orea. Desde allí, he subido por la cañada real de merinas hacia el cerro de San Cristóbal. Una vez alcanzadas las praderas del collado de Los Santos, en vez de seguir hasta el cerro de San Cristóbal, he descendido hacia el río Hoz Seca, donde se toma de nuevo la pista de vuelta al albergue.

Río de piedras
Río de piedras

En plena ascensión al collado he pasado por el río de Piedras, un espectacular río de piedras como indica su nombre, un sitio realmente curioso. Al llegar al área recreativa junto al albergue me he abrazado al pino de las siete garras… I could feel the power!

En total, 16 km, de los cuales unos cuatro son en subida y los he hecho andando. Casi dos horas de ejercicio.

Marcha a la laguna de Salobreja

Hoy sábado hemos realizado una marcha, conocida como la Ruta 11, la de color morado. En teoría es una marcha de dificultad baja, pero la ruta es complicada después de dejar la laguna. Además, en algunos tramos no es sencillo encontrar el camino por donde seguir. Total que estuvimos seis horas, con varios descansos para comer, para hacer los 14,5 km de la ruta. Los últimos 3 km los hice corriendo para ver si me encontraba con fuerzas después de llevar tiempo andando. Sin problemas.

Laguna de Salobreja
Laguna de Salobreja

Cerro de San Cristóbal

Aprovechando que el viernes día 1 de mayo era fiesta, hemos ido unos días a Orea (Guadalajara). El sitio es precioso, todo rodeado de montañas y pinos por doquier. Además pudimos ver algunos ciervos que se paseaban por allí como si tal cosa. No tenía nada claro si iba a poder entrenar, pero sí que he podido y bien.

Hoy me he levantado algo tarde y he salido del albergue El Autillo en dirección contraria a Orea. Enseguida acaba el tramo de asfalto y se empieza a subir y a subir hasta llegar a un collado. En ese collado hay un cartel que indica 1 km para llegar al Cerro de San Cristóbal, a una altura de 1862 metros. Así que hasta arriba del todo. Las cuestas arriba las hice andando y el resto, corriendo. En total 14 km y 1h45 en recorrerlos.

Cerro de San Cristóbal
Cerro de San Cristóbal

Cambios de ritmo

Hoy he efectuado algunos cambios de ritmo. Es la primera vez desde que me hice el esguince y aunque pueda parece que he hecho gran cosa, no ha sido así. De ir a un ritmo de 5:45 me ponía cuando aceleraba quizás a 5:20, vamos que no me he matado con estos cambios. Sin embargo, sí he conseguido mi objetivo de hacer la segunda vuelta a una media de 5:30.

1ª vuelta (5 km): 28:28
2ª vuelta (5 km): 27:06

Total (10 km): 55:34

Convenciendo a Emilio

Emilio es un tipo duro. Después de correr el domingo Mapoma y hacer 3h29 hoy martes ha venido a hacer unos kilómetros. Me ha contado que ha perdido casi cuatro minutos porque al llegar al Retiro ha entrado con su nieto, en un principio corriendo y luego a hombros. Muy duro lo de llevar a alguien a hombros después de llevar 41 km encima, pero Emilio es así. Decía que quería hacerlo esta vez no fuera a ser la última maratón. No me creo yo que sea la última, la verdad.

El caso es que hemos ido de nuevo hacia el río, pero Emilio no quería hacer mucho kilometraje y nos hemos dado él y yo la vuelta en cuanto hemos llegado al río. Los demás seguían, están como locos con la Caja Mágica. Para hacer algún kilómetro más, le he acompañado hasta su casa y luego he dado una vuelta por Parque Sur hasta completar una hora de carrera. En el tiempo que he estado con Emilio trataba de convencerle para que corra los 100 km, pero no estaba muy por la labor, quizás se lo he dicho demasiado cerca de la maratón. Seguiré insistiendo.

Menudo palizón

Hoy se ha celebrado la XXXII edición de la Maratón Popular de Madrid. Este año no he participado, pero no quería dejar de aportar mi granito de arena. A las 6:30 estaba arriba y a las 6:50 me recogía Emilio, que después pasó a por Enrique y luego a por Andrés. A las 7:30 estábamos en las escalinatas del Palacio de Telecomunicaciones. Estuvimos un tiempo charlando y minutos después crucé la calle Alcalá para ver a mis compañeros de MaraTI+D que habían quedado a las ocho en el Palacio de Linares. Saludos, fotos, bromas y cuando quedaban veinte minutos para las nueve nos subimos a Colón a ver la salida. Allí nos encontramos con Pepe, Norberto y Miguel. Después de ver pasar a casi diez mil personas, nos fuimos hacia Hortaleza donde estaba ubicado el km 17 ó 18. Empezó a llover con cierta fuerza al poco de empezar la prueba y nosotros nos refugiamos en un bar a tomar un cafetito.

Sobre las 9:50 empezaron a pasar los primeros corredores, todos negros. A Julio Rey se le veía ya descolgado por completo de la cabeza. Estuvimos aplaudiendo y animando hasta que paso el último de Garabitas. Entonces, empezó mi maratón particular, porque desde allí fuimos corriendo/andando hasta Príncipe Pío, al ritmo que marcaba Antonio. Este se quedó allí y Andrés y yo fuimos hasta Lago donde estaba situado el km 32, Andrés con al idea de acompañar a Emilio y yo con la idea de acompañar a Juan Ignacio, porque a Emilio no iba a poder seguirle. Desde el 32 fui corriendo hasta el 29 donde contacté con Juan Ignacio, el cual me comentó que iba un poco cascado y la verdad es que el ritmo un tanto lento. Desde ese km 29 le acompañé hasta la puerta de El Retiro. Iba cogiendo agua y tratando de distraerle hablando de cualquier cosa que se me ocurriera, pero tengo que reconocer que hablar no es lo mío. Además no bebía agua, por lo que la única ayuda fue acercarle los vasos de Aquarius.

Me sorprendió la subida que se marcó Juan Ignacio en la calle Segovia, ya pasado el km 35 porque ahí empezó a pasar a gente. La subida por el Paseo Imperial también se le dio bastante bien. Vi que su ritmo iba en aumento según pasábamos por Embajadores y Atocha. En la subida de Alfonso XII demostró que iba totalmente recuperado porque subió a un ritmo imponente. Poco después llegaba el km 40 y siguió a buen ritmo, después sobrepasamos el 41 y seguía bien. Al poco llegamos a la puerta de El Retiro y ahí le dejé. Aceleró con la esperanza de bajar de las cuatro horas, pero se tuvo que conformar con 4:01:14, que no está nada mal.

Después de dejar a Juan Ignacio pasado el km 41, volví corriendo hasta Atocha, en el km 39 y desde ahí, me fui andando hasta casa, que debe estar a unos seis kilómetros de Atocha. Vamos, que me di una buena paliza, ya que estuve corriendo unos 22 km y luego andando otros 6 km. No está mal, es un buen entrenamiento para los 100 km.

De putísima madre

Ayer estuve cenando con mi amigo Juan Ignacio, recién venido de Alemania para correr la XXXII edición de Mapoma, y con Liborio, compañero de MaraTI+D. Juan Ignacio ha corrido todas y cada una de las ediciones celebradas de la maratón de Madrid y este año piensa completar su trigésima segunda maratón. Nos contaba que en Alemania vive de putísima madre y que ya no se plantea volver a España después de casi once años allí.

Pues así me he sentido yo hoy, de putísima madre. Creo que ha sido el mejor día desde que empecé a correr después del esguince. He dado una vuelta corriendo a Pradolongo, luego tenía pensado hacer una andando y una tercera corriendo, pero me he encontrado tan bien que he acabado corriendo los quince kilómetros. Aunque lo cierto es que iba muy tranquilo y quizás por eso incluso podía haber hecho otra vuelta.