He notado en las carreras de diez kilómetros que me falta fondo, así que estoy tratando de meter kilómetros cuando puedo, sobre todo en los fines de semana que es cuando más tiempo libre tengo. Pero no se trata sólo de conseguir fondo para acabar las carreras de diez kilómetros bien, sino que ya hay que ir pensando en las medias maratones que están cerca.
Si ayer hicimos algo más de quince kilómetros a buen ritmo, hoy tenía pensado hacer algún kilómetro más pero a un ritmo más llevadero. Habíamos quedado en el punto de encuentro de los fines de semana, que no es el mismo que el de los días de diario, no me preguntéis el porqué. Por cierto, que hoy hacía más fresco de lo que ha hecho en los últimos meses, pero tampoco nada del otro mundo.
Llegué unos minutos tarde para no perder la costumbre y al poco salimos un nutrido pelotón, rumbo al Parque Lineal. Algunos con intenciones de hacer cuatro de ida y otros tantos de vuelta. Otros con hacer cinco y vuelta y yo con la idea de hacer al menos diecisiete. Llegamos los tres de ayer al punto kilométrico cinco y allí nos volvimos. Traté de convencer a mis dos acompañantes de hacer más, pero no estaban por la labor.
Cuando llegamos al punto de partida, dejé a mis acompañantes y me lancé a hacer una vuelta por Pradolongo y un poco más. Acabé subiendo la cuesta de la calle Parque de la Paloma, para acabar cuesta arriba. De este modo totalicé 17 km en un tiempo de 1:30:05 @ 5:17 min/km. Un buen entrenamiento en cansancio, ideal para la maratón.