Ayer fue festivo en Madrid, de ahí que saliera con la bici. Aprovechando la fiesta, he pedido libre el día de hoy, por lo que he podido salir por la mañana tan ricamente. De esta forma he entrenado con una amiga que suelo hacerlo en horario matutino. Ella dice que prefiere cien veces por la mañana y un poco es acostumbrarse, porque yo a primera hora tengo el cuerpo todavía como una tabla.
Los ochenta kilómetros de ayer se notaban en las piernas, así que tampoco nos hemos matado, pero tampoco es que hayamos ido al trote cochinero, que hemos hecho 10 km en 52:43 @ 5:16 min/km.
Antes de salir me he subido a la báscula y he recuperado parte de lo que perdí la semana pasada. La báscula marcaba 69,3 kg que es medio kilo más que la anterior pesada. Esto es una cruz, no puede uno descuidarse ni un segundo.