Ayer no pude salir a correr por motivos laborales y como no es cuestión de salir viernes, sábado y domingo y hacer 15, 20 y 30, he decidido «fumarme» la jornada de los 15 km, así que he salido hoy con la idea de hacer la veintena y descansar el sábado. Rompe un poco la filosofía de llegar al domingo para el arrastre y hacer la tirada larga cansado desde el principio, pero lo importante es que mi compañera de entrenamientos sí lo ha cumplido a rajatabla. Veremos que tal aguanta mañana.
A eso de las seis he mirado por la ventana y parecía que el tiempo era bueno, así que manga y pata corta. Pues bien, he pasado frío como si fuese pleno invierno. He llegado a casa con los brazos y manos prácticamente congelados. Y eso que estamos en abril.
Lo cierto es que me ha resultado un entrenamiento duro, ya que he ido durante catorce kilómetros a un ritmo cercano a 4:30 y eso se nota. No suple el entrenamiento perdido pero hará que llegue algo más cansado al domingo.
Al terminar me he encontrado con mi compañero de entrenamiento y tocayo y de mañana no pasa. Será padre por primera vez, igual que otro ilustre pradolonguero que fue padre hace dos días. ¡Enhorabuena Javier!
Lo dicho, han sido un total de 20 km en un tiempo de 1:33:42 @ 4:41 min/km, con 14 km intercalados a un ritmo cercano a 4:30 min/km.
Por alusiones, muchas gracias Miguel. Tu sabes bien que esto es una gran experiencia, aun que te reste tiempo y sueño… te da lo mismo 😀
Enhorabuena por adelantado a tu tocayo, seguro que de vista nos conocemos.
Del entrenamiento no te digo nada… te van a tener que poner limite de velocidad en el Pradolongo