Cuando acabé ayer los dos kilómetros con las minimalistas no me veía nada mal, pero según han ido pasando las horas he notado los dos gemelos cada vez más tirantes. Ha sido casi un alivio correr tan amortiguadas para acortar el gemelo y que no tirase tanto. A lo mejor no es mala idea ir alternando…
Durante el entrenamiento hemos ido de charla, trataba de convencer a Jesús de participar en una carrera que se celebra en su pueblo… y casi le he convencido. Si al final va, seremos tres pradolongueros en la línea de salida en la primera edición de esa carrera.
Nos hemos juntado un buen montón de gente, hacía tiempo que no íbamos tantos. Hemos llegado a formar un pelotón de siete pradolongueros. No está nada mal, de lo más abundante de este año. Ya es raro en el mes de julio encontrar tantos corredores porque cuando llega el verano la cosa se dispersa: unos se van de vacaciones, otros se van a pasar una temporada a otro sitio y otros se hacen remolones con el calor.
Contaba Joaquín que está cansado, que necesita parar una temporadita y yo creo que no es mala idea, estoy por apropiármela que todavía tengo algo de tiempo para descansar de cara al entrenamiento para NY.
Hemos hecho dos vueltas a Pradolongo, totalizando 9,5 km en 50:49 @ 5:19 min/km.